Si bien el 28 de junio se celebra en muchos países el Día Mundial del Árbol, en nuestro país se optó por el 29 de agosto, ya desde 1900, por iniciativa del Consejo Nacional de Educación y a partir de la propuesta de Estanislao Zeballos. Pero más allá de la fecha específica, es importante centrarse en la contribución que estos organismos hacen al ecosistema en general:
☼ En las últimas décadas se ha puesto mucho énfasis en el papel de los árboles en la mitigación del cambio climático, debido a su capacidad para capturar dióxido de carbono de la atmósfera, uno de los gases que provoca el aumento de la temperatura media en la superficie de la atmósfera.
► Los árboles forman bosques y selvas, donde brindan refugio y alimento a las numerosas especies que allí viven. Ayudan a capturar y liberar lentamente agua de lluvia, que luego consumimos o utilizamos en la producción de alimentos y bienes.
► Protegen el suelo de la erosión y le aportan nutrientes; nos proporciona, entre otras cosas, madera, leña, fibras para la producción de papel, alimentos y medicinas. Por otro parte, en las grandes urbes, un arbolado eficaz no sólo añade un valor significativo al paisaje, sino que también ayuda a reducir las altas temperaturas provocadas por la infraestructura urbana.